Esas vacaciones
Me quedé aquí en Friburgo. Pero a veces cabe preguntarse por qué habría que irse. Aunque si me lo pienso la ciudad está rara. A los que veo por la calle no les conozco. Son turistas. Catalanes, japoneses, americanos que con sus flashes le van quitando a la ciudad cada vez más un trocito del alma.
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