La moda de la Selva Negra

29.11.11






Punto suspensivo                                                                   ...

-Ahora para relajarse, concéntrense en un punto- dijo el instructor.
R. se aburría, hasta que descubrió una motita minúscula, dorada, suspendida a pocos centímetros de su cara. La pintita abrió espacios, dando paso a entelequias: palacios, ninfas, frutas, joyas, bien al alcance. Voraz, se abalanzó sobre el espejismo. Creyó abrazar a una princesa. Pero su vecina de colchoneta le propinó una sonora bofetada.
El puntito se volvió a cerrar. Pensó en Euclides, aunque pronto comprendió que aquello no eran hipotenusas.
Destrozado por la zozobra, quiso retirar la terca partícula, a manotazos. Sin éxito. El pixel estaba claveteado en el aire.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguramente hay oro en tus palabras